
En este 2023, el mundo ha logrado un hito histórico para proteger los océanos. La ONU alcanzó en marzo un acuerdo para garantizar la conservación de la biodiversidad marina en aguas internacionales. Y lo han hecho a través del Tratado Global de los Océanos.
O lo que es lo mismo, el Tratado de Alta Mar o Tratado BBNJ (Biodiversity Beyond National Jurisdiction). Aunque insuficiente para parte de la comunidad científica, este acuerdo es un primer paso hacia la buena conservación de los océanos.
En Escandinava de Electricidad nos preocupamos por el entorno, en especial por la salud de nuestros mares a través de nuestra colaboración con la fundación Save The Med. Por eso, nos alegramos mucho de que este pacto sea una realidad. Si quieres saber más sobre el Tratado de los Océanos y sus implicaciones, sigue leyendo.
¿Por qué es necesario proteger los océanos?
Los océanos cubren dos tercios de la superficie terrestre y son imprescindibles para la vida en el planeta. Estas inmensas masas de agua generan más de la mitad del oxígeno que respiramos. No solo eso. También absorben buena parte del dióxido de carbono que lanzamos a la atmósfera. Albergan buena parte de la biodiversidad del planeta y son fuente de alimento y trabajo para millones de personas en todo el mundo.
A pesar de ser un recurso natural tan importante, llevamos muchos años dejando que graves peligros amenacen su salud. Desde el vertido masivo de plástico y otros residuos, a la sobre explotación pesquera, pasando por el exterminio de especies o el calentamiento continuo de la temperatura del agua. Por eso, proteger los océanos se ha convertido en una cuestión de primer orden mundial.
Hasta ahora, tan solo un 3% de las aguas de alta mar han tenido algún tipo de protección. El Tratado de los Océanos quiere poner remedio a esto, con un objetivo bastante ambicioso: declarar el 30% de los océanos como áreas marinas protegidas para 2030.
¿Qué puntos incluye el Tratado de los Océanos?
El tratado de los Océanos se articula alrededor de cuatro ejes de conservación de la biodiversidad marina para las futuras generaciones. Son los siguientes:
• Creación de una red mundial de Áreas Marinas Protegidas (AMP)
• Protección y reparto equitativo de los recursos genéticos marinos
• Obligación de realizar evaluaciones de impacto ambiental
• Cooperación científica y transferencia de tecnología marina internacional.
Este pacto alcanzado en el seno de la ONU para proteger los océanos es un primer paso para la preservación de las aguas internacionales, más allá de las 200 millas náuticas de la costa.
Red mundial de Áreas Marinas Protegidas (AMP)
El tratado recoge una de las metas acordadas en la COP15 sobre Diversidad Biológica: el objetivo 30×30 para crear una red mundial de Áreas Marinas Protegidas que cubra el 30% de los océanos para 2030. Estos espacios estarían interconectados entre sí y se crearían con el fin de garantizar la conservación de los diferentes ecosistemas marinos y sus especies.
Protección de los recursos genéticos marinos (MGR)
Otro de los apartados sensibles del Tratado de los Océanos es la gestión de los recursos genéticos marinos (MGR) descubiertos o por descubrir de forma justa. De entrada, esto puede parecer poco importante. Pero nada más lejos de la realidad. La información genética de especies como el krill, los corales, algas y bacterias marinas puede tener usos para muchas industrias, como la farmacéutica, la cosmética o la alimentaria, entre otras. Por eso, la propiedad de estos genes, según quién los patente, pone en juego negocios de miles de millones de euros.
Al no estar este aspecto regulado para las aguas internacionales, esto es lo que estaba ocurriendo. Según un estudio publicado por la revista Science en 2011, el 90% de las patentes genéticas marinas estaban en manos de tan solo 10 países que, además solo poseen el 20% del litoral marino. Alemania, Estados Unidos y Japón encabezaban ya entonces el ranking de naciones con más patentes de genes marinos.
El Tratado de Alta Mar quiere que la información genética marina se reparta equitativamente entre todos los países. De este modo se evitaría que se lucren solo unos cuántos. Falta por ver cómo se redistribuirá el acceso a las patentes y a los beneficios que generan.
Evaluaciones de impacto ambiental obligatorias
Este acuerdo llega también para supervisar el impacto ambiental de la actividad humana que contamine o provoque daños en los ecosistemas oceánicos. Para llevar a cabo este control, se obligará a realizar evaluaciones de impacto ambiental en aguas internacionales y así proteger los océanos.
Cooperación y transferencia de tecnología marina internacional
El último apartado del tratado es la aspiración a avanzar en cooperación científica y transferencia de tecnología marina entre los países más avanzados y los más desfavorecidos.
Y hasta aquí, las principales líneas de trabajo del Tratado Global de los Océanos aprobado por la ONU. Ahora solo falta la ratificación por parte de todos los países para que este acuerdo empiece a dar frutos.
Escandinava de Electricidad con la protección marina
Está claro que proteger los océanos es una cuestión que nos incumbe a todos. En Escandinava de Electricidad nos preocupa mucho la salud de nuestros mares. Por eso, desde 2020 colaboramos en la conservación de la biodiversidad del mar Mediterráneo, junto a la fundación Save The Med.
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