
La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el Wi-Fi (fidelidad inalámbrica), que ofrece acceso inalámbrico a Internet en nuestros hogares, escuelas, oficinas y lugares públicos.
Como la mayoría de las tecnologías, el Wi-Fi tiene sus limitaciones. Normalmente está restringido a unos pocos cientos de megabits en el ancho de banda, tiene una seguridad de datos notablemente débil y puede causar problemas de compatibilidad electromagnética o EMC (es decir, puede haber interferencia con otros elementos eléctricos).
Dentro de poco todos estos problemas pueden desaparecer gracias al Li-Fi, una tecnología de red inalámbrica revolucionaria que utiliza la luz, en lugar de microondas, para transferir datos.
En comparación con el Wi-Fi, la tecnología Li-Fi es hasta 100 veces más rápida, consume considerablemente menos energía, es mucho más segura y no causa problemas de interferencias.
Con el sistema Li-Fi ya no necesitaremos routers, módems, ni antenas: las bombillas LED incorporarán un modulador emisor y podrán realizar esta función, con mayor eficiencia y ahorro de energía.
Mayor velocidad, seguridad y sostenibilidad
Para entender lo que significa comunicarse con Li-Fi, imaginemos esto: descargar una película de alta definición de 2 horas puede llevarle a un ordenador un promedio de una hora. Con Li-Fi, funcionando a una velocidad de 10 gigabits, la misma película se transfiere en cuestión de segundos.
Hasta ahora, la tecnología LED Li-Fi solo ha alcanzado tasas de transmisión de datos de clase gigabit en el laboratorio. Pero desde el punto de vista del desarrollo técnico, la tecnología de láser infrarrojo es la herramienta más prometedora para lograr altas tasas de transferencia de datos. Supera con creces las capacidades tecnológicas futuras del Wi-Fi.
La tecnología Li-Fi tendrá la capacidad de resolver de manera elegante uno de los problemas actuales más grandes en la comunicación inalámbrica de datos: el llamado “spectrum crunch” o la saturación del espectro, que describe el peligro de que nuestras redes inalámbricas se colapsen debido a la carga, cada vez mayor, de datos que se transfieren de forma inalámbrica, lo que significaría la paralización de las redes de comunicación.
La empresa Cisco analizó este problema, y descubrió que la demanda de banda ancha inalámbrica ha aumentado geométricamente durante los últimos años, y continuará haciéndolo en los próximos: las imágenes y las películas tienen resoluciones cada vez más altas para aprovechar al máximo la brillante tecnología de pantalla en nuestros nuevos televisores, teléfonos inteligentes y ordenadores, una calidad que todos aprovechamos y damos por sentada.
Dada nuestra insaciable demanda de tecnología inalámbrica y transferencia de datos, el futuro parecería estar en Li-Fi. Y no nos olvidemos de lo más importante: es mucho menos intensivo en consumo energético.
El futuro es smart, es verde y es sostenible, y Li-Fi lo es. Aprovechémonos de la tecnología para conseguirlo.