Mucho se habla del impuesto al sol pero, ¿sabemos realmente lo que significa? Queremos resolver las principales dudas que existen sobre el impuesto al sol y el autoconsumo energético y te lo iremos explicamos en una serie de posts que esperan arrojar luz sobre una cuestión en un tema tan polémico y con tanta trascendencia para el entorno.
En Escandinava de Electricidad creemos que es necesario informar a la ciudadanía sobre el autoconsumo de energía; una práctica que Europa entiende hoy como una de las medidas a fomentar e implantar para alcanzar el objetivo del 35% de energías renovables para 2030.
En este primer artículo analizamos los diferentes aspectos relacionados con el denominado “impuesto al sol” y, más adelante, os explicaremos cuánta superficie, inversión e infraestructura se necesitan para abastecer con energía solar un hogar, tanto si vives en un piso como en una casa con jardín.
¿Qué es el autoconsumo?
El autoconsumo es la capacidad individual de generar y abastecerse de energía propia generada principalmente por el sol, aunque en algunos casos también puede ser por el viento o el agua. En el caso doméstico son placas solares, lo que ha llevado a la adaptación del concepto peaje en “impuesto al sol”.
Según el Parlamento Europeo, el impulso del autoconsumo de energías renovables es imprescindible para abastecer las demandas futuras en la transición energética. Los consumidores deben tener derecho a la autogeneración de electricidad y por tanto la UE quiere eliminar obstáculos, como el mal denominado “impuesto al sol”.
Pero el camino hacia este objetivo ideal de independencia energética está plagado de mitos, malas interpretaciones de la ley y de algunas exigencias básicas, que intentaremos clarificar.
¿Qué es el “impuesto al sol”?
Según la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, “todo consumidor de energía eléctrica puede generar su propia electricidad, sea esta energía proveniente de instalaciones de generación conectadas al interior de una red de un consumidor o una línea directa de energía eléctrica asociada a un consumidor”. Cuando hablamos de “impuesto al sol”, en realidad hablamos de un peaje de respaldo al autoconsumo energético, que hay que pagar por estar conectado a la red eléctrica en concepto de costes de servicio y uso del sistema, aunque no la utilicemos.
¿A quién le afecta?
No todas las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo deben pagar el peaje de respaldo o “impuesto al sol”. El autoconsumo se divide en dos grupos, tal como hace el Real Decreto 900/2015:
- El primer grupo o Tipo 1
Son las iniciativas que buscan abastecer el hogar o la empresa con energía propia, generada con recursos naturales como el sol, el viento o el agua y conectada, o no, a la red eléctrica española. Este grupo no podrá exceder los 10kW de energía producida y si está conectado a la red, no cobrará por la energía excedente que vierta a la red eléctrica.
- El segundo gran grupo o Tipo 2.
Como el primer grupo produce y se abastece de energía propia. En cambio, comercializa la energía excedente o sobrante. Estas instalaciones deben inscribirse en el Registro de Producción de Energía y podrán cobrar por la energía vertida en la red; lo que los convierte en comercializadores de energía.
10kW: la barrera de corte
En España y en la actualidad –aunque las previsiones son nuevos cambios en el horizonte– el autoconsumo lo regula el Real Decreto 900/2015. Esta normativa determina que cualquier instalación eléctrica menor de 10 kW y que vierta su excedente energético a la red eléctrica, lo hará de modo gratuito. Más allá de los 10kW, se pagará el peaje, y se podrán cobrar los vertidos a la red.
La apuesta por las energías renovables ya no es una opción en el actual entorno energético. La cuestión es cómo facilitamos su adopción para alcanzar los objetivos de sostenibilidad de la UE. En Escandianava de Electricidad como parte del grupo Fortum, líder en producción de renovables en Europa, apostamos por comercializar sólo energía certificada 100% y apoyamos todas las iniciativas que supongan la racionalización del consumo, que es parte importante en la transición energética.